Por Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX
Desde hace unos días, los principales liderazgos de Morena en Baja California han decidido dejar, por el momento, sus diferencias de lado para sacar adelante la consulta ciudadana de Revocación de Mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, a celebrarse el próximo 10 de abril.
Aunque son muchos y grandes los retos que enfrenta Baja California, para los gobernantes de la entidad, todos emanados de Morena, el que se aporte la mayor cantidad de votos a la polémica consulta se ha convertido en su mayor prioridad.
Desde las corrientes que encabeza la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, a la del ahora senador Jaime Bonilla Valdez, toda la estructura de Morena en Baja California trabaja a marchas forzadas para sacar a votar a la mayor cantidad de personas.
A esos esfuerzos habría de sumar los que realizan Montserrat Caballero Ramírez en Tijuana, Armando Ayala Robles en Ensenada, Araceli Brown en Playas de Rosarito, Norma Bustamante en Mexicali, Darío Benítez en Tecate, así como cada uno de los diputados de Morena y sus aliados.
Claro está que todo movimiento se realiza, hasta el momento, sin que sus operadoras y operadores lo hagan abiertamente, a pesar del “decretazo” que aprobó el Senado de la República para que funcionarios públicos puedan promover la revocación de mandato públicamente.
Con todo, el reto de Morena en Baja California es enorme:
En la elección presidencial del 2018, en la que López Obrador, en su tercer intento, logró más 30 millones de votos en todo el país, en Baja California alcanzó 670 mil 653 sufragios. A partir de estas cifras es el reto de Morena y sus gobernantes a nivel nacional y estatal.
El resultado ya todo México lo sabe. La consulta ciudadana del 10 de abril arrojará que quienes participen en ella mayoritariamente votarán porque López Obrador siga en el Presidencia de la República, porque en los hechos lo que debió ser una ejercicio de Renovación de Mandato terminó por ser de “ratificación de mandato”, que pudiera ser lo mismo pero no es igual.
Pues 670 mil votos son los que debiera aportar Baja California a un presidente que a poco más de tres años de ejercicio sigue manteniendo un alto nivel de aceptación.
Pero dentro y fuera de Morena BC, se sabe que alcanzar 670 mil votos este 10 de abril es una tarea casi imposible de repetir. Baste recordar que en su elección a gobernador, Jaime Bonilla Valdez “apenas” obtuvo 382 mil votos, menos de la mitad que un año antes captó López Obrador, pero suficientes para apabullar al PAN y su candidato.
Incluso, el año pasado, la morenista, Marina del Pilar ganó la gubernatura de Baja California con 390 mil votos, un ligero repunte en comparación con los de Bonilla pero igualmente distante del tope que puso AMLO en 2018.
Marina del Pilar, el propio Bonilla, los alcaldes y alcaldesas, diputados y munícipes emanados de Morena y aliados han presumido el bastión electoral en que se ha convertido Baja California para la Cuarta Transformación y para López Obrador, y de lo agradecido que está el presidente con los bajacalifornianos, todo ello resumido en la frase: “amor, con amor se paga”.
En ésta, la última vez que López Obrador aparezca en una boleta electoral, al menos así lo ha dicho el mismo presidente, los morenistas de BC tienen la oportunidad y obligación de “agradecerle” aplicando la frase: “amor, con revocación se paga”. Ya veremos.